Pis en la cama

Los niños no se orinan en la cama a propósito, ni lo hacen para fastidiar.

La enuresis nocturna infantil es un trastorno pediátrico muy común que consiste en la emisión incontrolada e involuntaria de orina durante el sueño en niños de más de 5 años, sin que haya una patología identificable y con una frecuencia superior a 4 veces al mes. Suele ser causa de gran preocupación entre los padres  y afecta emocionalmente a los niños que lo padecen, pero la mayoría logran superarlo con éxito siguiendo un tratamiento adecuado.
Aproximadamente un 15 % de los niños de 5 años padecen este trastorno, un 5 % a los 10 años y un 1 % a los 15, siendo más frecuente en niños que en niñas.

Principales causas

•  Factores genéticos: cuando uno de los padres tuvo este problema existe entre un 30 % y un 50 % de posibilidades de que el hijo también lo tenga, y entre un 50 y un 70 % si lo padecieron ambos padres
• Alteraciones del sueño: trastornos en el mecanismo del despertar y también relacionado con apneas del sueño
• Factores fisiológicos: vejiga pequeña
• Factores hormonales: alteraciones en la secreción de la hormona antidiurética
• Retraso madurativo de los mecanismos que controlan la micción
• Factores educativos: iniciación excesivamente temprana o demasiado tardía del control del pipí
• Factores psicológicos o emocionalmente estresantes: nacimiento de un hermano, cambio de casa o de colegio, divorcio o separación de los padres, ambiente familiar sobreprotector o autoritario,etc.

  Ningún niño se hace pís en la cama a propósito, por lo que las reprimendas y los castigos no mejoran el problema. Regañarle o avergonzarle sólo consigue que se sienta mal, triste y enfadado; no le enseña cómo controlar la orina.

Tratamiento

La edad de comienzo del tratamiento es variable, pero es aconsejable a partir de los 5-6 años, cuando la prevalencia de la enuresis todavía es alta. Muchas veces es el mismo niño quien lo pide y suele estar relacionado con una mayor exposición social.
En muchas ocasiones es fundamental modificar los hábitos de conducta del niño que, aunque por sí solos no solucionan el problema, si pueden reducir la cantidad de orina presente en la vejiga.

Consejos

• Establecer un horario miccional: lo más adecuado es que el niño orine unas 6 veces o más al día (desayuno, media mañana, comida, merienda, cena y al acostarse)
• Debe repartirse a lo largo del día la ingesta de líquidos: más por la mañana, menos por la tarde, poco por la noche y nada antes de acostarse. Los refrescos con cafeína alteran el funcionamiento de la vejiga, mejor evitarlos
• Evitar cenas muy saladas, abundantes y con mucho líquido. No ingerir más de 200 ml de líquido (sopa, agua, leche, zumos, yogur...) durante la cena
• Debemos acostumbrarles a tener el hábito de hacer pis antes de acostarse

• Es de gran utilidad enseñarles a realizar ejercicios de entrenamiento vesical que consisten, como si fuera un juego, en interrumpir el chorro de la orina intermitentemente. También conviene que el niño que presente siempre una urgencia a la hora de ir al baño, aprenda a aguantar un poco y que el que casi no va al baño durante el día, intente orinar cada dos horas aproximadamente
• Es recomendable rellenar un "calendario miccional" donde registrar las noches secas y las húmedas (es muy útil en niños de 5 a 8 años). Esto les permite ver sus progresos y la colaboración del niño refuerza cualquier otra intervención que se realice

• El niño debe ser el responsable de echar a lavar sus braguitas o calzoncillos, así como las sábanas mojadas cuando hay escapes, para ser responsable de sí mismo, pero no hacérselo ver como un castigo porque entonces no le ayudamos a mejorar

Alarma "corta-pipí"

Consiste en un sensor que se introduce en un salva-slip pegado al calzoncillo o la braga, lo más próximo posible al pene o la vulva. Cuando se humedece (2-3 gotitas son suficientes) se activa el zumbador que va sujeto al pijama del niño consiguiendo que se interrumpa la micción y se despierte, teniendo que levantarse a acabar de orinar en el baño.

Medicamentos

Por lo general se reservan para aquellos casos en que no se mejora ni con el entrenamiento vesical ni con las alarmas.

El medicamento utilizado en la actualidad es la desmopresina, que es un medicamento con actividad similar a la hormona antidiurética y que permite que el niño fabrique menos orina por la noche. Cuando se utiliza este medicamento no debe ingerirse líquido en el período comprendido entre 1 hora antes y 8 horas después de su administración.