El Sintrom es un anticoagulante que se administra a aquellos pacientes que presentan riesgo de sufrir un ictus o embolia, debido a la formación de trombos en la sangre.
Un trombo es un coágulo dentro del sistema circulatorio. Se dice que se produce una embolia cuando un fragmento de ese coágulo se desprende y de forma brusca tapona alguna vena o arteria.
En condiciones normales la sangre fluye por el sistema circulatorio sin coagularse, aunque tiene la capacidad de coagularse de forma natural en determinadas situaciones, por ejemplo cuando nos cortamos, para taponar una herida. Los trombos y embolias son una consecuencia patológica de esta capacidad de la sangre para tomar coágulos.
Los anticoagulantes actúan alargando el tiempo que la sangre tarda en coagularse interfiriendo con la acción que la vitamina K tiene en la coagulación y así dificulta que se puedan formar trombos o embolias. Pero para que la protección sea la adecuada debemos conseguir un tiempo determinado, ya que si lo alargamos poco la protección será insuficiente y si lo alargamos demasiado, estará bien protegido de los trombos, pero con un riesgo excesivo de sangrar.
La única forma de saber si la sangre tarda el tiempo adecuado en coagularse es realizar un análisis de sangre y dependiendo del resultado se aumentará o disminuirá la dosis. Ese índice es el INR.