Labels

jueves, 21 de noviembre de 2013

La garganta: cuidado al llegar el otoño

 El dolor de garganta es una molestia muy común que afecta casi a la totalidad de la población. El frío, los cambios de temperatura y, por supuesto, los virus y bacterias son los principales desencadenantes del dolor de garganta, y es por esa razón que el invierno es la época del año en la que es más frecuente. Pero también hay un leve repunte durante el verano debido a los cambios de temperatura a los que se ve sometida la garganta por aires acondicionados, bebidas muy frías, etc...



Anatomía de la garganta

La faringe o garganta es la cavidad que se extiende desde la parte posterior de la nariz y la boca hasta la tráquea y el esófago. Entre sus funciones destaca la conducción del aire hasta la laringe y la de los alimentos y bebidas, a través del esófago, hasta el estómago. Otra función es el habla, ya que en ella se encuentra el órgano de fonación, la laringe, en la que se encuentran las cuerdas vocales.
La garganta sirve también como conductor de salida al exterior de cualquier material expulsado desde los pulmones, bronquios o estómago.
Al ser una zona de paso, los tejidos que constituyen y rodean la garganta están muy expuestos a infecciones e inflamaciones.
En la parte posterior de la garganta se encuentran las amígdalas, y junto con las adenoides (situadas en la parte posterior de la cavidad bucal) ayudan a combatir las infecciones.

Enfermedades

-Laringitis: es un proceso generalmente leve caracterizado por ronquera o pérdida de la voz, tos de perro o tos seca  y que en ocasiones puede derivar en fiebre, malestar general, náuseas y vómitos, e incluso sensación de falta de aire (disnea), además del consabido dolor de garganta.
-Faringitis: es una inflamación aguda de la faringe que puede tener origen vírico o bacteriano.
Al encontrarse en contacto permanente con el exterior, la faringe no es un medio estéril, sino que una gran cantidad de microorganismos viven en ella. El sistema inmunitario se encarga de mantener controlados a estos microorganismos, pero la disminución de las defensas del organismo puede favorecer la proliferación de alguno de estos gérmenes que se comportan como patógenos oportunistas.
La mayoría están causadas por virus (80 o 90%) y afectan por igual a adultos y niños, y tienen una incidencia superior en la estación fría, instaurándose de forma gradual.
La faringitis bacteriana, por contrario, puede presentarse en cualquier época del año y es característica su brusca aparición. Este tipo es más frecuente en niños.
Los síntomas de la faringitis son variados: sensación de picor, sequedad de boca, dolor intenso y molesto que incluso impide tragar, fiebre ligera e inflamación de los ganglios linfáticos del cuello. Los síntomas son similares en las faringitis agudas y bacterianas aunque suelen ser más acusados en las segundas.


La faringitis también puede ser crónica, y entre los agentes causantes tenemos los siguientes:

. Irritantes: polvo, agentes químicos presentes en el medio laboral, aire acondicionado
. Abuso de sustancias: consumo excesivo de alcohol y/o tabaco
. Vegetaciones, sinusitis o desviación del tabique nasal que conllevan una respiración bucal.
. Hormonas: menopausia, hipotiroidismo.
. Enfermedades crónicas: diabetes y alergias respiratorias
. Vasoconstrictores nasales usados en exceso

- Amigdalitis: es una inflamación de las amígdalas generalmente causada por una infección estreptocócica o, con menos frecuencia, vírica. Los síntomas más frecuentes son malestar general acusado, dolor de garganta que puede irradiar hacia el oído, fiebre (que puede llegar a ser alta, sobre todo en niños pequeños), dolor de cabeza e incluso vómitos.

Tratamiento

Las afecciones bacterianas son las únicas que se tratan con antibióticos y para ello requieren el diagnóstico y la prescripción por parte del médico.
En cuanto a las víricas, se recurre a analgésicos/antitérmicos (para aliviar el dolor y la fiebre, si hay). Se suelen utilizar paracetamol o ibuprofeno, si no responden al primero. Otro remedio a corto plazo son las pastillas que se disuelven en la boca (antisépticos bucofaringeos).


Soluciones caseras: pueden combinarse con el tratamiento medicamentoso. La miel es probablemente la solución más tradicional, es eficaz para combatir la tos y el dolor de garganta.
Otro producto que es muy útil es el propóleo, al que se le atribuyen propiedades antisépticas y antibióticas.
También puede ayudar a mejorar las molestias el hacer gargarismos con agua y sal o con infusiones de malvavisco, llantén o tomillo.

Consejos

En el caso de las faringitis de origen infeccioso, el período de contagio se produce en los primeros días de aparición de los síntomas, a través de las secreciones emitidas por los pacientes  infectados mediante la respiración, al hablar, estornudar, toser, etc. Es importante adoptar ciertas medidas para prevenirlo:
  1. Lavarse bien las manos antes y después de manipular alimentos (algo que se debe hacer siempre, no sólo en caso de enfermedad)
  2. Taparse la nariz y la boca con un pañuelo al estornudar o toser, y utilizar pañuelos desechables
  3. Abrigarse bien en época de frío, protegiendo la boca y la nariz con pañuelos y bufandas
  4. En caso de emplear esteroides inhalados, enjuagarse la boca con agua después de cada uso
  5. Seguir una alimentación saludable que incluya todos los grupos de alimentos, especialmente frutas y verduras frescas
  6. Ingerir alimentos de textura blanda y de fácil digestión. En el caso de los niños más pequeños la dieta debe basarse en leche y cereales y para los adultos, en verduras y pescado a la plancha. Siempre que sea posible, es preciso evitar las comidas picantes y los alimentos grasos que empeoran el proceso de digestión
  7. Aumentar el consumo de líquidos para mantener una buena hidratación, evitando los cítricos muy ácidos porque resultan irritantes para la mucosa inflamada. Y si el dolor dificulta la deglución, una buena medida es tomar caldos para nutrirse
  8. Ventilar adecuadamente las habitaciones para evitar el aire muy cargado
  9. Mantener un ambiente húmedo y templado para evitar la sequedad de la garganta. Es útil utilizar humidificadores que eviten una sequedad excesiva del ambiente; no hay que olvidar que esta sequedad ambiental (por calefacción o aire acondicionado) es una de las causas frecuentes de faringitis, puesto que además de ser irritante para las mucosas, reduce la capacidad de defensa frente a los microorganismos
  10. Descansar las cuerdas vocales
  11. Si se fuma, es aconsejable aparcar el tabaco porque merma la capacidad defensiva y espesa las secreciones (y aprovechar para dejar el tabaco!!!)
  12. Evitar cualquier factor irritante; es fundamental tener en cuenta cuáles son los principales agentes irritantes:
  •  Bebidas y alimentos muy fríos o muy calientes, así como el picante
  • El tabaco
  • Forzar excesivamente la voz y la garganta
  • Ambientes muy fríos o excesivamente secos y cargados
  • Irritantes químicos (insecticidas, productos de limpieza........) o ambientales (ambientadores)
  • Corrientes de aire
  • Variaciones bruscas de temperatura          

0 comentarios:

Publicar un comentario