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martes, 9 de octubre de 2012

Lactancia artificial


La leche materna es el mejor alimento que una madre puede ofrecer a su hijo. Esta recomendación no sólo se hace considerando su composición, sino también teniendo en cuenta el aspecto emocional, ya que el vínculo afectivo que se establece entre una madre y su bebé amamantado constituye una experiencia especial, singular e intensa.

Existen casos en los que no es posible la lactancia materna; en estos casos las fórmulas infantiles suplen los requerimientos nutricionales del lactante.

A pesar de que los beneficios de la leche materna no han podido ser sustituidos por las fórmulas infantiles, éstas son cada vez más completas y su composición se va pareciendo más a la de la leche materna, cubriendo los requerimientos básicos y nutricionales para un adecuado desarrollo físico e intelectual del recién nacido.

¿Qué son las fórmulas infantiles?
Son leches de fabricación industrial que provienen de leche de vaca que ha sido sometida a las variaciones necesarias para asemejarse lo más posible a la leche materna.

¿Cuáles son las recomendaciones prácticas a la hora de preparar un biberón?

  • Lavarse bien las manos antes de su preparación y utilizar recipientes limpios. Los envases deben estar libres de gérmenes, lo que se consigue mediante el lavado minucioso y esterilización mediante ebullición durante 10 minutos, inmersión en líquidos esterilizadores o usando esterilizadores de microondas.
  • Primero echar el agua en el biberón. Tendremos que utilizar agua caliente a más de 70ºC.
  • Por las condiciones sanitarias actuales, no es necesario hervir el agua. Si el agua no está garantizada sanitariamente, se recomienda utilizar agua envasada (se debe elegir aquella marca que en el etiquetado refleje que está indicada para la alimentación infantil) y, en ningún caso, debe ser hervida. Si el agua de consumo se hierve, debe hacerse como máximo 1 minuto para evitar la excesiva concentración de sales.
  • A continuación, añadir un cacito raso de polvo sin comprimir, por cada 30ml de agua. Se ha de utilizar inicialmente el cacito contenido en el envase original porque existen diferencias entre ellos dependiendo del fabricante.
  • Enfriar rápidamente la fórmula reconstituida y usar inmediatamente (antes de 30 minutos). Tomar precauciones para evitar el riesgo de quemaduras en la boca del niño.
  • Desechar cualquier resto de fórmula después de cada toma.
Otras cuestiones prácticas en la toma del biberón son:
  • La cantidad de biberón que toma cada niño es individual y diferente y no tiene por qué coincidir con las indicadas en el envase.
  • Al igual que la lactancia materna, la alimentación es a demanda, sin establecer horarios rígidos. 
  • Se ofrece siempre sin forzar.
  • Durante la toma, la tetina y el cuello del biberón deben estar siempre llenos de leche. Es necesario vigilar que su orificio permita que la leche caiga rápido gota a gota, sin llegar a chorro. 
  • No se debe dar nunca el biberón con el niño tumbado.
  • Con respecto al empleo de microondas para calentar el agua de los biberones, no se ha demostrado que provoque modificaciones en los nutrientes, pero cuando se use hay que comprobar la temperatura del agua para evitar quemaduras.
  • Inmediatamente después de la toma, los utensilios empleados han de ser lavados a conciencia, empleando agua, jabón y un cepillo y aclarando abundantemente. La esterilización previa al uso inmediato del biberón parece prudente aconsejarla durante los primeros 4 meses.



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