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martes, 6 de agosto de 2013

Los problemas de oído más frecuentes en verano


Durante el verano es frecuente oír expresiones como "me duele el oído", "siento un tapón y no oigo casi nada", me pican los oídos".................. y el motivo principal suele ser que en esta época generalmente tenemos nuestros oídos durante mucho más tiempo a "remojo" ya que aprovechamos para ir a la playa o la piscina, que luego el invierno es largo.


 
El oído es el órgano responsable de la audición y el equilibrio. Anatómicamente, se divide en 3 partes bien diferenciadas: el oído externo capta las ondas sonoras, que el oído medio convierte en energía mecánica y que el oído interno transforma en impulsos nerviosos que se trasladan al cerebro.
Los síntomas que indican que existe un trastorno otológico son:
     . hipoacusia o pérdida de audición
     . vértigos (percepción errónea de movimiento)
     . acúfenos o tinnitus (percepción de un sonido sin que exista una fuente externa que lo origine)


Entre los trastornos más frecuentes de consulta se encuentran las obstrucciones por tapones de cera o por la introducción de cuerpos extraños y la otitis externa.

Tapones de cera

La cera se produce en el oído para proteger el conducto auditivo, que es el que va desde el tímpano hasta el exterior. La acumulación de cerumen en el canal auditivo externo es la causa de formación de tapones. Normalmente se manifiesta mediante una sordera temporal brusca tras un baño, también pueden aparecer "ruidos" en el oído, dolor de oídos, etc.
No hay que intentar quitar el tapón con algodón o bastoncillos, ya que se podría lesionar el tímpano o provocar una infección en el conducto auditivo. Si duele se pueden tomar analgésicos pero será el médico o la enfermera el que valore la conveniencia de aplicar algún preparado en forma de gotas óticas  que facilite la extracción del tapón. Después de aplicar las gotas no se debe introducir algodón en el oído, ya que absorbe las gotas y no hacen efecto. Se debe permanecer con la cabeza apoyada sobre el lado  contrario al que se han instilado las gotas y mover el pabellón auditivo para facilitar el efecto de las gotas.
Las gotas se deben utilizar entre 5-7 días a dosis de 3-5 gotas, 3 veces al día. Si el uso de las gotas provoca dolor o escozor intenso e inmediato, se debe suspender el tratamiento y consultar al médico.
El tratamiento consiste en reblandecer los tapones con agentes cerumenolíticos y posterior irrigación del canal auditivo con agua templada para extraerlo, pero se recomienda que ésto se haga por parte de personal especializado.



Cuerpos extraños

La introducción de cuerpos extraños en el oído debe ser abordada por el médico, ya que una manipulación incorrecta puede lesionar el epitelio del canal auditivo.
Lo único que podemos hacer es lo siguiente:
  - si se trata de un insecto:
     . lavar las manos con agua y jabón
     . sentar a la persona e inclinar la cabeza hacia el lado contrario al oído afectado
     . aplicar 3-4 gotas de aceite templado
     . esperar 1 ó 2 minutos hasta que el insecto haya muerto y entonces inclinar la cabeza hacia el lado  afectado para que el aceite drene espontáneamente y arrastre al insecto
     . si aún así el insecto no sale, acudir al centro médico más cercano
  - si se trata de un objeto:
     . sentar a la persona y colocar la cabeza inclinada hacia el lado del oído afectado para intentar facilitar su salida
     . si no da resultado, NO introducir pinzas u otros elementos para extraerlo. Acudir al centro médico más cercano.
      
Otitis externa

Uno de los problemas de oídos más habituales en verano es la aparición de la denominada otitis del nadador u otitis externa. Se trata de una infección producida por la invasión del epitelio del canal auditivo por parte de microorganismos. Para que esto suceda, el epitelio debe encontrarse debilitado, por ejemplo, por un exceso de humedad. Sin embargo, cualquier "cosa" que lesione o debilite el conducto externo, como un eccema o rascarse de forma intensa, puede facilitar la aparición de una otitis.
Los síntomas pueden ir desde picor hasta dolor, que se agudiza al masticar o al tirar del pabellón auricular. Además, puede aparecer supuración e inflamación que, si es abundante, puede producir pérdida de audición. La fiebre puede aparecer, pero si es superior a 38,3º C, hay que pensar que se trata de algo más grave.
El tratamiento consiste en el empleo de soluciones o suspensiones de antibióticos. Se recomienda mantener el tratamiento hasta 3 días después de desaparecer los síntomas, es decir, de 5 a 7 días.
Cómo deben utilizarse las gotas óticas
  1. Calentar las gotas antes de su administración frotando el envase entre las manos, las gotas frías pueden causar dolor
  2. Inclinar la cabeza, dejando el oído afectado hacia arriba, y tirar suavemente del lóbulo hacia arriba y hacia atrás (adultos) o hacia abajo y hacia atrás (niños) para abrir bien el conducto auditivo externo
  3. Dejar caer las gotas, resbalando por las paredes del canal auditivo, procurando evitar el contacto con el aplicador, y mantener la cabeza ladeada, durante al menos cinco minutos, para que las gotas penetren bien y permanezcan en el  oído. También se puede efectuar un ligero masaje sobre el trago para facilitar la entrada de líquido


La principal medida preventiva es evitar que los conductos auditivos estén habitualmente húmedos. Después del baño o la natación se recomienda secar el canal auditivo con un secador a la mínima potencia.
Si se practica la natación con frecuencia, puede ser más recomendable el empleo de gorros de baño ajustados que el uso de tapones, ya que pueden actuar como irritantes y predisponer a la infección. Si se ha producido un episodio de otitis externa se desaconseja la práctica de deportes acuáticos durante al menos una semana.
Mantener limpios y secos los conductos auditivos, evitando el uso de bastoncillos o cualquier objeto punzante para secar y/o limpiar los oídos, y retirando sólo el cerumen almacenado en la parte más externa del canal auditivo, que es el que se va expulsando de forma natural.


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