Labels

martes, 4 de febrero de 2014

Quemaduras


Las quemaduras son lesiones de los tejidos producidas por el contacto directo con líquidos, gases o superficies calientes o muy frías, así como por electricidad, productos cáusticos, químicos o radiactividad, y como consecuencia de ello se produce la muerte celular. El resultado de la lesión será proporcional al grado de temperatura y al tiempo de exposición o contacto.
La piel es el tejido más frecuentemente dañado, y se compromete sus funciones de regulación de la temperatura corporal, conservación de líquidos, sensación táctil y barrera frente a las infecciones.
La gravedad de una quemadura varía en función de su profundidad, su extensión y la zona anatómica afectada. En la mayoría de los casos las lesiones son poco extensas y/o superficiales y evolucionan de forma muy benigna; pero cuando afectan a una zona extensa o son profundas requieren tratamientos en centros especializados, dejan secuelas estéticas y desencadenan graves trastornos sistémicos, que incluso pueden causar la muerte.



Tipos de quemaduras
  • Quemaduras térmicas: por metales calientes, líquidos hirvientes, vapor, fuego........ 
  • Quemaduras por radiación: exposición desmedida a los rayos ultravioletas del sol, u otras radiaciones como los rayos X
  • Quemaduras químicas: por sustancias ácidas, alcalinas, detergentes o disolventes
  • Quemaduras eléctricas: la causa de estas quemaduras es la corriente eléctrica
Clasificación de las quemaduras
Se clasifican en distintos grados dependiendo de la gravedad y el nivel de penetración en la superficie de la piel
  • Primer grado: son quemaduras superficiales, afectan únicamente a la epidermis  (capa  externa de la piel). Los síntomas son enrojecimiento, sequedad, dolor, hinchazón de la piel pero sin ampollas. Por lo general curan de manera espontánea en 3-4 días sin dejar cicatrices.

  • Segundo grado: afectan a la epidermis y parte de la dermis. Síntomas: enrojecimiento, hinchazón de la piel, ampollas, dolor, supuración de líquido, pérdida posible de piel y sensibilidad al aire. Según la profundidad, la lesión puede tardar en curarse hasta tres semanas. En algunos casos puede dejar una cicatriz permanente, además de una pigmentación anormal en la zona afectada.

  • Tercer grado: son consideradas quemaduras totales ya que se destruye la epidermis y la dermis. Presentan una piel seca, con apariencia de cuero, chamuscada o con manchas blancas, negras o café. Generalmente no son dolorosas ya que se han destruido las terminaciones nerviosas. Normalmente requieren varios meses para su curación.
  • Cuarto grado: la principal característica de estas quemaduras es el daño producido en músculos y huesos. Además de producirse por exposición al fuego, líquidos calientes, electricidad u objetos calientes, también pueden ser producidas por frío extremo o congelación. Tardan varios meses en curar y suelen requerir injertos de piel.

Tratamiento de las quemaduras
Únicamente debe tratarse en caso de una quemadura menor:
  • Separar al paciente del agente que ha causado la quemadura
  • Quitar todo lo que haya alrededor de la quemadura que pueda ser fuente de infección (pulseras, anillos.......). No se recomienda retirar la ropa si está muy pegada a la piel o si la quemadura es muy extensa
  • Enfriar la quemadura para que no progrese: lavarla con agua, que deja salir el calor (los productos grasos no dejan); el agua debe estar tibia ya que el agua fría provocaría vasoconstricción y podría empeorar la extensión y/o profundidad de la lesión. Es muy importante el tiempo: enfriar durante 15-20 minutos. La función del lavado con agua es eliminar los posibles agentes nocivos, disminuir el dolor y el edema.

  • Si la herida está muy sucia se puede desinfectar con clorhexidina
  • Ampollas: si se deben pinchar o no es un tema controvertido. Por la general se acepta que si la ampolla tiene un aspecto frágil o está rota, o si su contenido es turbio, es conveniente pincharlas. Si, por el contrario, el contenido es claro y tiene una pared gruesa, ya no está tan claro qué es lo más conveniente. Esta controversia está provocada por el hecho de que el líquido de la ampolla puede retrasar la curación de la misma, pero si la eliminamos, podría aumentar el riesgo de infección.
  • Utilización de apósitos: estudios recientes demuestran una mejor evolución si se utiliza una cobertura a base de apósitos capaces de propiciar una cura en un ambiente húmedo. El apósito ideal debe contribuir a mantener un grado relativo de humedad, debe ser capaz de absorber el exceso de exudado sin resecar, su retirada no debe ser traumática (no debe adherirse, ni causar sangrado ni dolor) ya que el sangrado y el dolor retrasan el proceso de cicatrización. 
  • En caso de dolor pueden utilizarse los analgésicos habituales
  • Curas posteriores y seguimiento del paciente. Durante la fase inicial debe mantenerse la zona quemada en reposo y elevada. Si la quemadura afecta a las extremidades inferiores se debe guardar reposo y hay que procurar mantenerlas elevadas durante todo el proceso de cierre de la herida. Durante la fase aguda no se debe caminar demasiado , ya que no es adecuado  activar la circulación. Tampoco es correcto el uso de muletas porque puede aumentar el edema alrededor de la lesión. Si la quemadura afecta a miembros superiores lo correcto es mantener la extremidad en cabestrillo.
  • Una vez epitelizada la lesión se debe aplicar una crema hidratante. En todos los casos se recomienda medidas de protección solar durante varios meses después el cierre de la herida. Se pueden aplicar apósitos reductores  ya que además de sus efectos preventivos y reductores de cicatrices, ofrecen una reducción eficaz contra la radiación solar.
·       

0 comentarios:

Publicar un comentario