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jueves, 14 de febrero de 2013

Incontinencia urinaria


La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina en cantidad y frecuencia suficiente como para convertirse en un problema social, higiénico y psíquico para la persona que lo padece.
Esta alteración puede afectar a personas de ambos sexos en todas las edades (especialmente niños, mujeres adultas con varios partos,pacientes geriátricos y pacientes con enfermedades neurológicas). A los bebés y niños hasta la edad en que aprenden a ir al baño de forma independiente no se les considera incontinentes, sino que simplemente no han aprendido.


El verdadero trastorno de este problema es el ocultismo por parte de las personas que lo sufren, ya que llega a deteriorar su calidad de vida, limita su actividad laboral e incluso les obliga a cambiar muchos de sus hábitos. De hecho, la mitad de los afectados no consulta esta alteración con ningún profesional sanitario bien sea por vergüenza, por consideraro inherente a su edad o porque se desconoce que tenga tratamiento.
Para ayudar a evitar esta situación la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) ofrece una ficha de "Recomendaciones SEFAC a la población" para prevenir y tratar este molesto trastorno.

Entre las recomendaciones encontramos las siguientes:
  • evitar comidas y bebidas que puedan irritar la vejiga, como son el alcohol, la cafeína, los picantes y, por supuesto, el tabaco, que además debilita el esfínter por la tos que provoca
  • se recomienda evitar el estreñimiento ya que debilita los músculos del suelo pélvico, para lo cual es conveniente que se siga una dieta rica en fibra
  • el exceso de peso ejerce presión en los músculos del suelo pélvico favoreciendo la incontinencia, por lo que también debe evitarse
  •  se deben tomar entre 1,5 y 2 litros diarios de líquido como norma general y reducir siu ingesta a partir de la tarde para prevenir las pérdidas de orina nocturnas. Tamién es conveniente orinar a horas más o menos fijas, tomándose el tiempo necesario para vacíar la vejiga por completo
  • ante los primeros escapes involuntarios de orina conviene pedir consejo al farmacéutico, quien, en una primera valoración, podrá ofrecer ayuda personalizada o recomendar la visita al médico especialista. Para ello, existen distintas soluciones que van desde cambios en el estilo de vida hasta la cirugía en casos muy especiales, pasando por la fisioterapia de la musculatura del suelo pélvico y el tratamiento farmacológico

Los ejercicios para ayudar a la musculatura pélvica son los llamados ejercicios de kegel y son útiles cuando la incontinencia se debe  a la debilidad del esfínter:
  • antes de ponerlos en práctica hay que vacíar por completo la vejiga
  • a continuación, hay que apretar los músculos del suelo pélvico como si quisieramos evitar el deseo de defecación y contar hasta diez
  • seguidamente relajarse y repetir el proceso
Lo ideal es hacer 10 series, 3 veces al día (mañana, tarde y noche). La mayoría de las personas nota mejoría tras 4-6 semanas de práctica, aunque en ocasiones pueden ser necesarios 3 meses.

Hay que tener en cuenta que determinados fármacos pueden causar o empeorar la incontinencia, por lo que ante cualquier duda, consultar con el médico o el farmacéutico.

El cuidado de los mayores con incontinencia

El principal reto diario, tanto para los profesionales de la salud como para los cuidadores, es mantener la buena salud de la piel de los mayores con incontinencia.
La piel de las personas mayores tiene unas características propias que la hacen más frágil. Es más seca, menos elástica y recibe menos riego sanguíneo. Además, en el caso de aquellos ancianos que tienen incontinencia crónica o pasan largos tiempos encamados, la piel sufre especialmente.
Al estar en contacto permanente con la humedad se produce maceración en la piel y se vuelve menos resistente al efecto de la fricción y de la presión. Por este motivo, en las personas que permanencen en la cama, la incontinencia multiplica el riesgo de desarrollar lesiones en la piel y úlcras por presión.
A la hora de cuidar a una persona mayor con incontinencia hay que tener en cuenta lo siguiente:
  1. Programar convenienemente el cambio de absorbentes (pañales)
  2. Lavar la zona perineal, limpiando bien con agua templada y jabón neutro después de cada episodio de incontinencia (especialmente tras cada deposición)
  3. Secar sin friccionar, prestando especial atención a los pliegues de la piel
  4. Utilizar un producto impermeabilizante especialmente diseñado para aportar a la piel del mayor con incontinencia la protección y el cuidado que necesita

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